Puesto que la respuesta sexual es un proceso psicosomático, lo normal en la etiología de las disfunciones sexuales es que estén implicados tanto factores psicológicos como somáticos. Aunque en algunos casos es posible identificar inequívocamente una etiología psicógena u orgánica, lo más frecuente, en especial en problemas como las dificultades en la erección o la dispareunia, es que resulte difícil estar seguro de la importancia de unos y otros.
Excepto en el caso de la eyaculación prematura, los trastornos sexuales no suelen aparecer de forma aislada. En ocasiones constituyen manifestaciones de enfermedades somáticas diversas, como la hipertensión arterial o diabetes mellitus. Otras veces están relacionados con problemas de salud psicológicos o psiquiátricos: es el caso del alcoholismo, cuadros depresivos o ansiosos. También es frecuente que sean reflejo de dificultades de relación interpersonal o del estrés.
Son numerosas las enfermedades médicas que pueden producir trastornos sexuales.
Sistema cardiovascular:
• Hipertensión Arterial
• Hipercolesterolemia
• Aterosclerosis
• Cardiopatía isquémica
Sistema Nuero-psiquiátricas:
• Depresión, trastornos de ansiedad o de personalidad
• Psicosis
• Enfermedad de Parkinson
• Demencias
• Esclerosis múltiple
• Lesiones medulares
• Neuropatías• Lesiones del lóbulo temporal
Sistema endocrino-metabólico:
• Diabetes mellitus
• Hipotiroidismo
• Hiper-hipoadrenocortisolismo
• Hiperprolactinemia
• Estados hipogonadales o alteraciones hipofisarias
Sistema genito-urinario:
• Trastornos testiculares
• Enfermedad de Peyronie
• Infecciones uretrales
• Complicaciones post-prostatectomía
• Infecciones o lesiones genitales
• Vaginitis atrófica• Vagina reducida
• Endometriosis
• Prolapso uterino
• Neoplasias
Enfermedad de transmisión sexual (tipos más comunes)
• Infección por el virus del papiloma humano
• Herpes genital
• Clamidia
• Gonorrea
• VIH / SIDA
• Sífilis