Dementia

Descripción General

La demencia es un término que se utiliza para describir un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales y que son lo suficientemente graves como para interferir en tu vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, pero hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.

Aunque la demencia generalmente implica pérdida de la memoria, hay varias causas de la pérdida de memoria. El hecho de padecer pérdida de memoria no significa que tengas demencia, aunque a menudo es uno de los primeros signos de la afección.

La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia progresiva en adultos mayores, pero también existen otras causas de demencia. Según la causa, algunos síntomas de demencia pueden ser reversibles.

Los tipos más comunes de demencia son llamados enfermedades neurodegenerativas. En estas afecciones las células del cerebro dejan de funcionar o mueren. Estas incluyen:

Enfermedad de Alzheimer: La forma más común de demencia entre personas mayores. Esta afección causa placa y ovillos en el cerebro provocados por el crecimiento anormal de diferentes proteínas. La proteína beta-amiloide se acumula y forma placa entre sus células cerebrales. También hay una pérdida de conexión entre las células nerviosas del cerebro.

Demencia con cuerpos de Lewy: Causa síntomas de movimiento junto con demencia. Los cuerpos de Lewy son depósitos anormales de una proteína en el cerebro.

Trastornos frontotemporales: Causan cambios en ciertas partes del cerebro:

• Los cambios en el lóbulo frontal conducen a síntomas del comportamiento
• Los cambios en el lóbulo temporal conducen a trastornos del lenguaje y emocionales

Demencia vascular: Causa cambios en el flujo de sangre del cerebro. A menudo es causado por un derrame cerebral o arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias) en el cerebro.
Demencia mixta
: Es una combinación de dos o más tipos de demencia. Por ejemplo, algunas personas tienen enfermedad de Alzheimer y demencia vascular.

Otras afecciones que pueden causar demencia o síntomas parecidos a la demencia son:

• Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob: Trastorno cerebral poco frecuente
• Enfermedad de Huntington: Enfermedad cerebral progresiva y hereditaria
• Encefalopatía traumática crónica: Causada por constantes lesiones cerebrales traumáticas
• Demencia asociada al VIH

¿Cómo afecta la demencia a la sexualidad?

En primer lugar, la disfunción eréctil es una de las alteraciones que con mayor frecuencia acompañan a la demencia. Si el porcentaje de varones mayores sanos de entre 60 y 70 años que presentan este trastorno podría encontrarse alrededor del 32%. En segundo lugar, la confusión, el malestar, la ansiedad y la preocupación que la pérdida de memoria y el diagnóstico de demencia puede causar en los pacientes cuando todavía son conscientes de sus déficits pueden acompañarse de conductas agresivas o excesivamente demandantes. Y, en tercer lugar, el deterioro funcional y cognitivo que suele acompañar las demencias puede suponer verdaderos retos para el buen funcionamiento sexual, tanto de los enfermos como de sus parejas.

Aquí hay otras formas en que la demencia puede afectar la sexualidad:

  • Cambios cognitivos: La demencia puede provocar cambios en la memoria, el juicio y la capacidad de comunicarse de manera efectiva. Esto puede afectar la comprensión y la expresión de deseos sexuales, lo que puede dar lugar a malentendidos o a una falta de comunicación entre la persona con demencia y su pareja.
  • Cambios emocionales y de personalidad: Las personas con demencia pueden experimentar cambios en el estado de ánimo y la personalidad, lo que puede influir en su disposición para participar en actividades sexuales. Algunas personas pueden volverse más apáticas o retraídas, mientras que otras pueden volverse más agresivas o impulsivas.
  • Pérdida de la inhibición social: En algunos casos, la demencia puede llevar a una pérdida de la inhibición social, lo que puede resultar en comportamientos sexuales inapropiados en situaciones públicas o en un entorno de atención a largo plazo.
  • Cambios en la función física: La demencia puede afectar la función física de una persona, lo que puede incluir dificultades para llevar a cabo actividades sexuales o una disminución en el interés sexual.
  • Dificultades para mantener relaciones íntimas: A medida que avanza la demencia, las personas pueden tener dificultades para reconocer a sus parejas o para recordar cómo llevar a cabo actividades sexuales. Esto puede complicar las relaciones íntimas y llevar a la frustración tanto para la persona con demencia como para su pareja.

Es importante abordar la sexualidad en el contexto de la demencia de manera sensible y comprensiva. Aquí hay algunas recomendaciones:

  • Comunicación abierta: Mantener una comunicación abierta y compasiva con la persona con demencia y su pareja es fundamental. Es importante hablar sobre deseos, límites y preocupaciones de manera respetuosa y comprensiva.
  • Adaptación de expectativas: Es posible que las personas con demencia no puedan mantener la misma actividad sexual que antes. Ajustar las expectativas y encontrar nuevas formas de intimidad puede ser necesario.
  • Apoyo profesional: En algunos casos, puede ser útil consultar a un profesional de la salud, como un médico, un terapeuta sexual o un trabajador social, para obtener orientación y apoyo en la gestión de la sexualidad en el contexto de la demencia.
  • Respeto por la autonomía: Es importante respetar la autonomía de la persona con demencia en la medida de lo posible y asegurarse de que cualquier actividad sexual sea consensuada y no coercitiva.
  • Consideración de la seguridad: La seguridad física y emocional debe ser una prioridad en cualquier actividad sexual, especialmente cuando la persona con demencia puede tener dificultades cognitivas.

Cada persona con demencia es única, por lo que es esencial abordar la sexualidad de manera individualizada, teniendo en cuenta las necesidades y deseos específicos de la persona y su pareja, y buscando apoyo profesional cuando sea necesario.

Mecanismos de Producción

La demencia es causada por el daño o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro dañada, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y provocar diferentes síntomas.

Las demencias a menudo se agrupan por lo que tienen en común, como la proteína o proteínas depositadas en el cerebro o la parte del cerebro que se ve afectada. Algunas enfermedades se parecen a las demencias, como las que se producen por una reacción a medicamentos o deficiencias vitamínicas, y podrían mejorar con el tratamiento.

Factores de Riesgo

Muchos factores pueden eventualmente contribuir a la demencia. Algunos factores, como la edad, no se pueden cambiar. Otros pueden tratarse para reducir el riesgo.

Factores de riesgo invariables:

• La edad (El riesgo aumenta a medida que envejeces; sin embargo, puede ocurrir en personas más jóvenes.
• Antecedentes familiares
• Síndrome de Down. Hacia la mediana edad, muchas personas con síndrome de Down presentan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano.

Factores de riesgo variables:

• Es posible que puedas controlar los siguientes factores de riesgo para la demencia.
• Dieta y ejercicio (estilo mediterráneo con alto contenido de frutas y verduras, granos enteros, frutos secos y semillas).
• Consumo excesivo de alcohol.
• Factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, colesterol alto, acumulación de grasas en las paredes arteriales y obesidad).
• Depresión.
• Diabetes.
• Tabaquismo.
• Contaminación del aire (gases de escape del tráfico y la quema de madera, se asocia con un mayor riesgo de demencia).
• Traumatismo craneal.
• Alteraciones del sueño.
• Deficiencias vitamínicas y nutricionales. Los niveles bajos de vitamina D, vitamina B-6, vitamina B-12 y folato pueden aumentar el riesgo de demencia.

Algunos medicamentos pueden empeorar la memoria. Intenta evitar los productos de venta libre que ayudan a dormir que contengan difenhidramina (Advil PM, Aleve PM) y los medicamentos usados para tratar las urgencias urinarias como oxibutinina (Ditropan XL). Limita también los sedantes y las pastillas para dormir, y habla con tu médico para ver si alguno de los medicamentos que tomes puede empeorar tu memoria.

Diagnóstico

Los síntomas de la demencia varían según la causa, pero los signos y síntomas frecuentes son los siguientes:

Cambios cognitivos

• Pérdida de la memoria, que generalmente es notada por otra persona
• Dificultad para comunicarse o encontrar palabras
• Dificultad con las habilidades visuales y espaciales, como perderse mientras se conduce
• Dificultad para razonar o para resolver problemas
• Dificultad para manejar tareas complejas
• Dificultad para planificar y organizar
• Dificultad con la coordinación y las funciones motoras
• Confusión y desorientación

Cambios psicológicos

• Cambios en la personalidad
• Depresión
• ansiedad
• Comportamiento inapropiado
• Paranoia
• Agitación
• Alucinaciones

Diagnosticar la demencia y su tipo puede ser difícil. Para diagnosticar la causa de la demencia, el médico debe reconocer el patrón de pérdida de habilidades y funciones, y determinar qué es lo que una persona todavía es capaz de hacer. Recientemente, se cuenta con biomarcadores para hacer un diagnóstico más preciso de la enfermedad de Alzheimer.

Ninguna prueba puede diagnosticar la demencia por sí sola, por lo que es probable que los médicos realicen una serie de pruebas que puedan ayudar a identificar el problema.

Complicaciones

La demencia puede afectar muchos sistemas del cuerpo y, por lo tanto, la capacidad de funcionar. La demencia puede provocar lo siguiente:

• Mala nutrición (es posible que no puedan masticar y tragar).
• Neumonía.
• Incapacidad para realizar tareas de cuidado personal.
• Problemas de seguridad personal.
• Muerte. La demencia en etapa avanzada puede ocasionar el estado de coma y la muerte, a menudo por infección.

Prevención

No hay una manera segura de prevenir la demencia, pero hay medidas que podrían ser de utilidad. Aunque se necesita más investigación, podría ser beneficioso hacer lo siguiente:

• Mantener la mente activa.
• Realizar actividad física y social.
• Dejar de fumar.
• Consumir la cantidad suficiente de vitaminas.
• Controlar los factores de riesgo cardiovascular.
• Tratar las afecciones médicas.
• Seguir una dieta saludable.
• Tener sueño de buena calidad.

Tratamiento

No existe cura para la mayoría de los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer y la demencia con cuerpos de Lewy. Los tratamientos pueden ayudar a mantener la función mental por más tiempo, controlar los síntomas de conducta y retardar los síntomas de la enfermedad. Pueden incluir:

Medicamentos pueden mejorar temporalmente la memoria y el pensamiento o hacer más lento su declive. Solo funcionan en algunas personas. Otros medicamentos pueden tratar síntomas como ansiedad, depresión, problemas para dormir y rigidez muscular. Algunos de estos medicamentos pueden causar efectos secundarios serios en las personas con demencia. Es importante hablar con su profesional de la salud sobre qué medicamentos son seguros para usted.

Terapia ocupacional para ayudar a encontrar maneras de hacer más fácilmente las tareas diarias.

Terapia del habla para ayudar con los problemas para tragar y para hablar fuerte y claro.

Consejería sobre salud mental para ayudar a las personas con demencia y sus familias a aprender cómo manejar las emociones y conductas difíciles. También puede ayudarles a planear para el futuro.

Música o terapia de arte para reducir la ansiedad y mejorar el bienestar.

Los comportamientos sexuales inapropiados son aquellos que son consecuencia de la activación sexual de la persona con demencia. El objetivo a la hora de abordarlos no debe ser que la persona deje de intentar satisfacer sus necesidades sexuales, sino que deje de hacerlo de forma inapropiada, sea por el modo o el contexto en que las expresa.