Descripción General
La psicosis es un trastorno mental grave que altera profundamente la capacidad mental de un individuo y le hace perder contacto con la realidad. Puede ocurrir a cualquier edad, aunque es bastante raro en niños y adolescentes menores de 15 años. La psicosis trae consigo complicaciones graves, que incluyen autolesión y suicidio, abuso de alcohol y drogas.
La psicosis ocurre cuando una persona pierde contacto con la realidad. La persona puede:
• Tener falsas creencias acerca de lo que está sucediendo o de quién es (delirios)
• Ver o escuchar cosas que no existen (alucinaciones)
¿Cómo afecta la psicosis a la sexualidad?
En general, las personas con esquizofrenia (un tipo de trastorno psicótico) manifiestan a nivel psicológico una sexualidad “primitiva”, basada en la intimidad y los cuidados. En el caso de las mujeres, es posible que tengan una menor práctica sexual, según Freidman y Harrison más de la mitad de las mujeres con esquizofrenia que participaron en su estudio, no habían experimentado orgasmo de ningún modo.
Según estudios, tanto hombres como mujeres refieren practicar menos coitos heterosexuales que la población general. También entre las personas con esquizofrenia se observa más orientación homosexual o bisexual, mientras que un pequeño porcentaje describe su orientación sexual “en conflicto”. En ambos sexos, disminuyeron las prácticas sexuales después de la aparición de la enfermedad psíquica, y es mayor el número de sujetos enfermos que mantienen conductas de autoestimulación que el de sujetos sanos (antes o después de la irrupción de la enfermedad).
En resumen, la presencia de psicosis puede tener diversos efectos sobre la sexualidad y la salud sexual, que pueden variar según la naturaleza y gravedad de los síntomas psicóticos del individuo:
- Percepción alterada de la realidad: la psicosis puede conducir a percepciones alteradas de la realidad, lo que puede afectar la comprensión de un individuo sobre el comportamiento sexual apropiado y consensuado. Las personas con psicosis pueden tener dificultades para distinguir entre la realidad y las experiencias delirantes o alucinatorias.
- Cambios en el deseo sexual: los síntomas psicóticos pueden provocar cambios en el deseo y el interés sexual. En algunos casos, las personas con psicosis pueden experimentar hipersexualidad (un aumento del deseo sexual) como parte de sus síntomas, mientras que en otros puede ocurrir una disminución del deseo sexual.
- Juicio deteriorado: las personas que experimentan psicosis pueden tener un juicio deteriorado, lo que puede afectar la toma de decisiones relacionadas con la actividad sexual. Esto puede conducir a comportamientos sexuales riesgosos, incluido el sexo sin protección, la promiscuidad o la participación en actos sexuales que pueden considerarse inapropiados o ilegales.
- Efectos secundarios de los medicamentos: algunos medicamentos utilizados para tratar la psicosis, como los antipsicóticos, pueden tener efectos secundarios que afectan la salud sexual. Estos pueden incluir cambios en la libido, disfunción eréctil y dificultades para alcanzar el orgasmo.
- Aislamiento social: la psicosis puede provocar retraimiento y aislamiento social, lo que puede afectar el acceso de un individuo a sus parejas y relaciones sexuales.
- Impacto emocional: Vivir con psicosis puede ser un desafío emocional. El impacto emocional y psicológico de la afección puede provocar dificultades para formar y mantener relaciones, incluidas las sexuales.
- Desafíos en las relaciones: la psicosis puede generar estrés en las relaciones existentes, ya que los miembros de la familia o las parejas pueden tener dificultades para comprender y apoyar a las personas que padecen la afección. Esto puede afectar la dinámica de las relaciones sexuales dentro de estas parejas.
Es importante señalar que las personas con psicosis a menudo requieren atención y apoyo integrales de salud mental. El tratamiento eficaz, incluida la psicoterapia y el control de la medicación, puede ayudar a controlar los síntomas psicóticos y mejorar el bienestar general.
Mecanismos de Producción
Los problemas médicos que pueden causar psicosis incluyen:
• Alcohol y ciertas drogas ilícitas, tanto durante su consumo como durante la abstinencia
• Enfermedades cerebrales, como el mal de Parkinson, y la enfermedad de Huntington
• Tumores o quistes cerebrales
• Demencia (que incluye el mal de Alzheimer)
• VIH y otras infecciones que afectan el cerebro
• Algunos fármacos de venta con receta, como esteroides y estimulantes
• Algunos tipos de epilepsia
• Accidente cerebrovascular
La psicosis también se puede encontrar en:
• La mayoría de las personas con esquizofrenia
• Algunas personas con trastorno bipolar (maníaco-depresivo) o depresión grave
• Algunos trastornos de la personalidad
Diagnóstico
Una persona con psicosis puede presentar alguno de los siguientes problemas:
• Desorganización en el pensamiento y el habla
• Creencias falsas que no están basadas en la realidad (delirios), especialmente miedos o sospechas infundadas
• Ver, escuchar o sentir cosas que no existen (alucinaciones)
• Pensamientos que "saltan" entre temas que no tienen relación (pensamiento desordenado)
La evaluación y los exámenes psiquiátricos se utilizan para diagnosticar la causa de la psicosis. Es posible que los exámenes de laboratorio y las gammagrafías del cerebro no sean necesarios, pero algunas veces pueden ayudar a determinar con precisión el diagnóstico exacto. Estos exámenes pueden incluir:
• Exámenes de sangre para niveles de hormonas y electrólitos anormales
• Exámenes de sangre para sífilis y otras infecciones
• Exámenes toxicológicos
• Resonancia magnética del cerebro
Pronostico
El pronóstico de una persona depende de la causa de la psicosis. Si la causa se puede corregir, el pronóstico a menudo es bueno. En este caso, el tratamiento con medicamentos antipsicóticos puede ser breve.
Algunas afecciones crónicas, como la esquizofrenia, pueden necesitar tratamiento de por vida con medicamentos antipsicóticos para controlar los síntomas.
Complicaciones
La psicosis puede impedir que las personas se desempeñen normalmente y cuiden de sí mismas. Si la afección se deja sin tratamiento, las personas pueden algunas veces infligirse daño a sí mismas o a los demás.
Prevención
La prevención depende de la causa. Por ejemplo, evitar el alcohol previene la psicosis inducida por el abuso de alcohol.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la administración de fármacos antipsicóticos, en la terapia causal (tratamiento de las causas que generan la psicosis) y en la psicoterapia. Las técnicas más practicadas son la terapia cognitivo-conductual, que ayuda al psicótico a reconocer y dominar los comportamientos problemáticos) y la terapia familiar. El paciente puede encontrar una ayuda válida también en los grupos de apoyo, en los que participan personas con trastornos similares.
Manejo de problemas sexuales debidos a la terapia con fármacos antipsicóticos
Las investigaciones preclínicas sugieren que los antipsicóticos producen disfunción sexual al menos por tres mecanismos:
• El bloqueo directo de la dopamina tipo II (D2).
• La elevación de la prolactina (un efecto indirecto del antagonismo central D2).
• El antagonismo en los receptores adrenérgicos alfa I.
Los fármacos que se utilizan comúnmente para tratar la esquizofrenia (un tipo de trastorno psicótico) suelen causar problemas sexuales. Esto puede afectar a la erección, la lubricación, el orgasmo, el deseo o la libido, la eyaculación, la excitación sexual o la satisfacción sexual en general. Esto puede tener consecuencias negativas graves, tales como postergar la toma de fármacos o dejar de tomarlos en una etapa temprana.
Por otra parte, diversos estudios apuntan que entre el 30 y el 70% de los pacientes que reciben tratamientos antipsicóticos durante un largo periodo de tiempo padecen hiperprolactinemia, un trastorno que consiste en un aumento anormal de los niveles en sangre de prolactina (la hormona encargada de la producción de leche durante la lactancia).
Esto puede suponer repercusiones clínicas importantes, que abarcan desde problemas a corto plazo como amenorrea, infertilidad o disfunción eréctil hasta osteoporosis, problemas cardiovasculares, o incluso mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer o problemas cognitivos a largo plazo.
Los problemas sexuales pueden limitar la calidad de vida de una persona, empeorar la autoestima y causar problemas en las relaciones. Las estrategias para manejar estos problemas sexuales son tomar fármacos adicionales (Viagra), vacaciones cortas de fármacos cuando los pacientes dejan temporalmente de tomar fármacos antipsicóticos, reducción de la dosis y cambio a otro fármaco antipsicótico.