Genital herpes

Descripción General

El herpes genital es una infección frecuente de transmisión sexual causada por el virus del herpes simple. El contacto sexual es la principal vía de propagación del virus. Después de la infección inicial, el virus permanece inactivo en el cuerpo y puede reactivarse varias veces al año.

El herpes genital puede provocar dolor, picazón y llagas en la zona genital. Pero es posible que no tengas ningún signo ni síntoma. Si estás infectado, puede contagiar, aun cuando no se tenga llagas visibles.

¿Cómo afecta el herpes genital a la sexualidad?

La afección puede tener varios efectos sobre la sexualidad y la salud sexual. Así es como el herpes genital puede afectar la sexualidad:

  • Lesiones genitales dolorosas: uno de los síntomas característicos del herpes genital es el desarrollo de llagas o lesiones dolorosas en los genitales o alrededor de ellos. Estas lesiones pueden causar malestar, dolor y picazón. Participar en actividades sexuales mientras estas lesiones están presentes puede resultar incómodo o doloroso.
  • Brotes recurrentes: el herpes genital es una infección recurrente y las personas con el virus pueden experimentar brotes recurrentes a lo largo de sus vidas. La frecuencia y gravedad de los brotes pueden variar de persona a persona. La incertidumbre sobre cuándo pueden ocurrir los brotes puede afectar la actividad sexual y provocar ansiedad o evitar el contacto sexual.
  • Impacto emocional: el herpes genital puede tener un impacto emocional significativo, incluidos sentimientos de vergüenza, ansiedad, depresión y estrés. Estas emociones pueden afectar negativamente el deseo sexual, la autoestima y el bienestar general.
  • Preocupaciones sobre la transmisión: el herpes genital es muy contagioso y las personas con el virus pueden transmitirlo a sus parejas sexuales, incluso cuando no tienen lesiones visibles. El riesgo de transmisión puede generar preocupación sobre la posibilidad de infectar a la pareja y puede afectar la toma de decisiones y las relaciones sexuales.
  • Comunicación con la pareja íntima: las personas con herpes genital pueden enfrentar dificultades a la hora de revelar su diagnóstico a sus parejas sexuales. La comunicación abierta sobre la infección es esencial para generar confianza y tomar decisiones informadas sobre la actividad sexual.
  • Medicamentos y terapia de supresión: los medicamentos antivirales pueden ayudar a controlar el herpes genital al reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes. Algunas personas pueden optar por tomar estos medicamentos como terapia supresora para reducir el riesgo de transmisión a sus parejas.
  • Métodos de barrera: el uso de métodos de barrera como los condones puede reducir el riesgo de transmisión, aunque no brindan una protección completa contra el virus, ya que el virus puede estar presente en áreas no cubiertas por un condón.

Es importante reconocer que, si bien el herpes genital es una afección que dura toda la vida, se puede controlar con tratamiento médico y ajustes en el estilo de vida. Las personas con herpes genital pueden tener relaciones sexuales sanas y satisfactorias.

Mecanismos de Producción

Hay dos tipos de infecciones por el virus del herpes simple que pueden causar herpes genital:

Virus del herpes simple tipo 1. Este es el tipo que generalmente causa herpes labial o herpes febril en la zona de la boca. El virus del herpes simple tipo 1 generalmente se contagia por el contacto cutáneo, aunque puede extenderse a la zona de los genitales a través del sexo oral. Las reapariciones son mucho menos frecuentes que las de las infecciones por el virus del herpes simple tipo 2.

Virus del herpes simple tipo 2. Este es el tipo que usualmente provoca herpes genital. El virus se propaga a través del contacto sexual y del contacto con la piel. El virus del herpes simple tipo 2 es muy frecuente y sumamente contagioso, independientemente de que tengas o no una llaga.

Como el virus muere rápidamente fuera del organismo, es casi imposible infectarse a través del contacto con inodoros, toallas u otros objetos utilizados por una persona infectada.

Factores de Riesgo

El riesgo de infectarte con herpes genital puede aumentar si:

Eres mujer. Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener herpes genital. El virus se transmite sexualmente con mayor facilidad de hombres a mujeres que de mujeres a hombres. Tienes múltiples parejas sexuales. Cada pareja sexual adicional aumenta tu riesgo de exposición al virus que provoca el herpes genital.

Diagnóstico

La mayoría de las personas infectadas con el virus del herpes simple no saben que lo tienen porque no presentan signos o síntomas, o porque estos son muy leves.

Cuando se presentan, los síntomas pueden aparecer entre dos y doce días después de la exposición al virus. Los síntomas del herpes genital pueden incluir lo siguiente:

● Dolor o comezón. Es posible que experimentes dolor y sensibilidad en la zona genital hasta que la infección desaparezca.
● Protuberancias rojas pequeñas o ampollas blancas diminutas. Es posible que aparezcan unos pocos días o semanas después de la infección.
● Úlceras. Se pueden formar úlceras cuando las ampollas se rompen y exudan o sangran. Las úlceras pueden provocar dolor al orinar.
● Costras. La piel formará costras a medida que las úlceras cicatrizan.

Durante un brote inicial, es posible que tengas signos y síntomas similares a los de la gripe, como ganglios linfáticos hinchados en la ingle, dolor de cabeza, dolores musculares y fiebre.

Las llagas aparecen en el lugar en el que la infección ingresó al cuerpo. La infección se puede diseminar al tocar una llaga y después frotarse o rascarse otra zona del cuerpo, incluidos los ojos.

Los hombres y las mujeres pueden tener llagas en las siguientes partes del cuerpo:

● Glúteos y muslos
● Ano
● Boca
● Uretra (el tubo que permite que la orina drene desde la vejiga hacia el exterior)

Las mujeres también pueden tener llagas en las siguientes partes del cuerpo:

● Zona vaginal
● Genitales externos
● Cuello del útero

Los hombres también pueden tener llagas en las siguientes partes del cuerpo:

● Pene
● Escroto
● Las recurrencias son frecuentes

El herpes genital es diferente según la persona. Los signos y síntomas pueden reaparecer de vez en cuando durante años.

Algunas personas experimentan muchos episodios por año. No obstante, en muchas personas los brotes son menos frecuentes, a medida que pasa el tiempo.

Durante una recurrencia, poco antes de que surjan las llagas, puedes sentir lo siguiente:

● Ardor, hormigueo y picazón donde la infección ingresó por primera vez al cuerpo
● Dolor en la espalda lumbar, en los glúteos y en las piernas
● Sin embargo, por lo general, las recurrencias son menos dolorosas que el brote original y, a menudo, las llagas se curan con mayor rapidez.

Complicaciones

Las complicaciones asociadas con el herpes genital comprenden las siguientes:

● Otras infecciones de transmisión sexual (incluso el SIDA).
● La infección de recién nacidos (puede generar daño cerebral, ceguera o muerte del recién nacido).
● Problemas en la vejiga.
● Meningitis.
● Inflamación rectal (proctitis).

Prevención

La única manera de evitar las ETS es no tener relaciones sexuales vaginales, anales ni orales. Si es sexualmente activo, puede hacer lo siguiente para reducir sus probabilidades de contraer herpes genital:

● Tener una relación mutuamente monógama a largo plazo con una pareja que no esté infectada con una enfermedad de transmisión sexual (p. ej., una pareja que se haya hecho la prueba de ETS y haya obtenido resultados negativos).
● Usar condones de látex de manera correcta cada vez que tenga relaciones sexuales.

Tenga en cuenta que no todas las llagas del herpes se presentan en las áreas que están cubiertas por un condón de látex. Además, el virus del herpes puede liberarse (esparcirse) de áreas de la piel que no tengan una llaga de herpes visible. Por estas razones, es posible que los condones no lo protejan completamente de contraer el virus.

Si está en una relación con una persona que se sabe que tiene herpes genital, puede reducir su riesgo de contraer la infección si:

● Su pareja toma un medicamento contra el herpes todos los días. Esto es algo que su pareja debe consultar con el médico.
● Usted evita tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales cuando su pareja tenga síntomas de herpes (es decir, cuando esté teniendo un brote).

Tratamiento

El herpes genital no tiene cura. El tratamiento con medicamentos antivirales puede:

● Ayudar a sanar las llagas más rápidamente durante un brote inicial
● Disminuir la gravedad y la duración de los síntomas en brotes recurrentes
● Reducir la frecuencia de la recurrencia
● Minimizar la posibilidad de transmitir el virus del herpes a otros

Los medicamentos antivirales usados para el herpes genital son:

● Aciclovir (Zovirax)
● Valaciclovir (Valtrex)

El médico puede recomendarte que tomes el medicamento solo cuando tienes síntomas de un brote o bien, que tomes ciertos medicamentos diariamente, incluso cuando no tienes síntomas de un brote. Estos medicamentos se suelen tolerar bien y provocan pocos efectos secundarios.