Depression

Descripción General

La depresión se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos. La depresión clínica es un trastorno del estado anímico en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un período de algunas semanas o más.

Los tipos principales de depresión incluyen:

Depresión mayor. Sucede cundo los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria por semanas, o períodos más largos de tiempo.

Trastorno depresivo persistente. Se trata de un estado de ánimo depresivo que dura 2 años. A lo largo de ese período de tiempo, puede tener momentos de depresión mayor junto con épocas en las que los síntomas son menos graves.

Otras formas comunes de depresión incluyen:

Depresión posparto. Muchas mujeres se sienten algo deprimidas después de tener un bebé, pero la verdadera depresión posparto es más grave e incluye los síntomas de la depresión mayor.

Trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Síntomas depresivos que ocurren 1 semana antes de la menstruación y desaparecen después de menstruar.

Trastorno afectivo estacional (TAE). Ocurre con mayor frecuencia durante las estaciones de otoño e invierno, y desaparece durante la primavera y el verano, muy probablemente debido a la falta de luz solar.

Depresión mayor con características psicóticas. Sucede cuando una persona padece de depresión con una falta de contacto con la realidad (psicosis).

El trastorno bipolar sucede cuando la depresión se alterna con manía (conocido previamente como maniaco-depresión). La depresión es uno de los síntomas del trastorno bipolar, pero este es un tipo de enfermedad mental distinto.

¿Cómo afecta la depresión a la sexualidad?

Podría afirmarse que, de media, un 70% de las personas con depresión padece alguna alteración de tipo sexual, siendo la más frecuente la disfunción eréctil, que puede alcanzar el 90% de afectación en depresiones muy severas. La depresión puede tener un impacto significativo en la sexualidad de una persona. Los síntomas de la depresión pueden afectar tanto la función sexual como el deseo sexual de manera negativa. Aquí hay algunas formas en que la depresión puede influir en la sexualidad:

  • Disminución del deseo sexual (libido): La depresión puede llevar a una pérdida de interés en actividades sexuales, incluida la intimidad sexual. Las personas que luchan contra la depresión a menudo experimentan una disminución de la libido, lo que puede hacer que tengan menos interés en el sexo.
  • Dificultades para la excitación: La depresión puede dificultar la excitación sexual y la capacidad de sentir placer durante el acto sexual. Esto puede manifestarse como dificultades para alcanzar o mantener una erección en los hombres o dificultades para la lubricación y la excitación en las mujeres.
  • Problemas de orgasmo: Algunas personas con depresión pueden tener dificultades para alcanzar el orgasmo o experimentar una disminución en la intensidad de los orgasmos.
  • Dificultades en las relaciones sexuales: La depresión puede afectar las relaciones sexuales de diversas maneras, incluida la falta de comunicación sobre las necesidades y deseos sexuales, lo que puede llevar a tensiones en la relación.
  • Efectos secundarios de los medicamentos: Los antidepresivos, que a menudo se recetan para tratar la depresión, pueden tener efectos secundarios sexuales, como la disminución de la libido o la dificultad para alcanzar el orgasmo.
  • Imagen corporal negativa: La depresión a menudo se asocia con una imagen corporal negativa y baja autoestima, lo que puede influir en la confianza y la satisfacción sexual.

Es importante abordar la relación entre la depresión y la sexualidad de manera abierta y compasiva. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:

  • Comunicación abierta: Hablar con la pareja sobre los cambios en la libido y la función sexual es fundamental para mantener una relación saludable. La comunicación abierta puede ayudar a evitar malentendidos y a encontrar soluciones juntos.
  • Apoyo profesional: Consultar a un terapeuta sexual o a un terapeuta especializado en salud mental puede ser útil para abordar las preocupaciones sexuales relacionadas con la depresión. Además, un médico puede revisar y ajustar los medicamentos antidepresivos si los efectos secundarios sexuales son un problema.
  • Manejo de la depresión: Tratar la depresión de manera efectiva a través de terapia, medicación o una combinación de ambos puede ayudar a aliviar los síntomas depresivos, lo que a su vez puede mejorar la función sexual y el deseo sexual.
  • Terapia de pareja: La terapia de pareja puede ser beneficiosa para ayudar a las parejas a enfrentar las dificultades sexuales relacionadas con la depresión y para fortalecer la conexión emocional.

La depresión es una afección médica seria y tratarla adecuadamente es fundamental para mejorar la calidad de vida en general, incluida la satisfacción sexual. Si tú o tu pareja están experimentando problemas sexuales relacionados con la depresión, es importante buscar ayuda profesional y apoyo para abordar estos desafíos.

Mecanismos de Producción

La depresión a menudo se transmite de padres a hijos. Esto puede deberse a los genes, comportamientos aprendidos en el hogar o a su entorno. La depresión puede ser desencadenada por un hecho estresante o infeliz en la vida. Frecuentemente, se trata de una combinación de estos factores.

Muchos factores pueden causar depresión, como:

● Alcoholismo o consumo de drogas
● Afecciones médicas, como cáncer o dolor (crónico) a largo plazo
● Situaciones o hechos estresantes en la vida, como pérdida de trabajo, divorcio o fallecimiento de un cónyuge u otro miembro de la familia
● Aislamiento social (una causa común de depresión en adultos mayores)

Factores de Riesgo

Algunos de los factores que parecen aumentar el riesgo de que se manifieste o se desencadene la depresión son:

● Ciertos rasgos de la personalidad, como tener la autoestima baja y ser demasiado dependiente, muy autocrítico o pesimista
● Situaciones traumáticas o estresantes, como maltrato físico o abuso sexual, la muerte o la pérdida de un ser querido, una relación difícil o problemas económicos
● Familiares consanguíneos que tienen antecedentes de depresión, trastorno bipolar, alcoholismo o suicidio
● Ser lesbiana, gay, bisexual, transgénero o presentar variaciones en el desarrollo de los órganos genitales que no son claramente ni masculinos ni femeninos (intersexualidad) en un entorno que no brinda apoyo
● Antecedentes de otros trastornos de salud mental, como un trastorno de ansiedad, de la alimentación o de estrés postraumático
● Abuso de alcohol o de drogas recreativas
● Una enfermedad grave o crónica, como cáncer, un accidente cerebrovascular, dolor crónico o una enfermedad cardíaca
● Ciertos medicamentos, como los que se indican para la presión arterial alta o las pastillas para dormir (habla con el médico antes de suspender la toma de cualquier medicamento)

Diagnóstico

Los signos y síntomas de la depresión clínica pueden comprender los siguientes:

● Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
● Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
● Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
● Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado
● Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas cortas requieren un esfuerzo mayor
● Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
● Ansiedad, nerviosismo o inquietud
● Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
● Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches
● Problemas para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
● Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
● Problemas físicos sin causa aparente, como dolor de espalda o de cabeza

Los síntomas suelen ser tan intensos que provocan problemas notables en las relaciones con los demás o en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela o las actividades sociales.

La depresión clínica puede afectar a personas de cualquier edad, incluso a los niños. Sin embargo, los síntomas de la depresión clínica, si son graves, en general mejoran con asesoramiento psicológico, medicamentos antidepresivos o una combinación de ambas opciones. Inventario de Depresión de Beck

Complicaciones

Los ejemplos de las complicaciones relacionadas con la depresión comprenden:

● Sobrepeso u obesidad, que pueden derivar en enfermedades cardíacas o diabetes
● Dolor o enfermedad física
● Consumo inapropiado de alcohol o de drogas
● Ansiedad, trastorno de pánico y fobias sociales
● Conflictos familiares, dificultades en tus relaciones y problemas en la escuela o el trabajo
● Aislamiento social
● Sentimientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio
● Automutilación, como por ejemplo cortes
● Muerte prematura a raíz de enfermedades

Prevención

No existe una manera segura para evitar la depresión. Sin embargo, las siguientes estrategias pueden ser útiles.

● Toma medidas para controlar el estrés, mejorar tu resiliencia y levantar tu autoestima.
● Acércate a la familia y a los amigos, especialmente en momentos de crisis, para que te ayuden a superar los malos tiempos.
● Consigue tratamiento ante el primer signo de un problema para que te ayude a impedir que la depresión empeore.
● Considera tener tratamiento de apoyo de larga duración para que te ayude a prevenir la reaparición de los síntomas.

Tratamiento

Los medicamentos y la psicoterapia son eficaces para la mayoría de las personas con depresión. Sin embargo, muchas personas que padecen depresión también se benefician con ver a un psiquiatra, a un psicólogo o a otro profesional de salud mental. Si la depresión es grave, es posible que se necesite una estancia hospitalaria o participar en un programa de tratamiento para pacientes ambulatorios hasta que los síntomas mejoren.

Medicamentos

Se encuentran disponibles muchos tipos de antidepresivos, entre ellos, los que se mencionan a continuación. Asegúrate de conversar con el médico o con el farmacéutico acerca de los efectos secundarios más importantes.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
. Estos medicamentos se consideran más seguros y suelen causar menos efectos secundarios molestos que otros tipos de antidepresivos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son el citalopram (Celexa), el escitalopram (Lexapro), la fluoxetina (Prozac), la paroxetina (Paxil, Pexeva), la sertralina (Zoloft) y la vilazodona (Viibryd).

Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina. Algunos ejemplos de estos inhibidores son la duloxetina (Cymbalta), la venlafaxina (Effexor XR), la desvenlafaxina (Pristiq, Khedezla) y el levomilnacipran (Fetzima).
Antidepresivos atípicos
. Estos medicamentos no se ajustan exactamente a ninguna de las otras categorías de antidepresivos. Comprenden el bupropión (Wellbutrin XL, Wellbutrin SR, Aplenzin y Forfivo XL), la mirtazapina (Remeron), la nefazodona, la trazodona y la vortioxetina (Trintellix).

Antidepresivos tricíclicos. Estos medicamentos —como la imipramina (Tofranil), la nortriptilina (Pamelor), la amitriptilina, la doxepina, la trimipramina (Surmontil), la desipramina (Norpramin) y la protriptilina (Vivactil)— pueden ser muy efectivos, pero suelen causar efectos secundarios más graves que los antidepresivos más nuevos.

Otros medicamentos. Se pueden sumar otros medicamentos a los antidepresivos para aumentar sus efectos. Es posible que el médico te recomiende que combines dos antidepresivos o que agregues otro medicamento, como un estabilizador del ánimo o un antipsicótico. También puede agregarse un medicamento estimulante o contra la ansiedad durante un período corto.

Los rasgos hereditarios influyen en cómo te afectan los antidepresivos. En algunos casos, donde están disponibles, los resultados de las pruebas genéticas (realizadas mediante un análisis de sangre o un hisopado bucal) pueden ofrecer indicios sobre el modo en que tu cuerpo podría responder a un antidepresivo específico. Sin embargo, hay otras variables, además de la genética, que pueden afectar tu respuesta al medicamento.

Prácticamente todos los medicamentos que se usan para combatir la depresión pueden afectar en mayor o menor grado las diversas etapas de la función sexual. Se ha reportado que aproximadamente el 30% de los usuarios de estos medicamentos pueden presentar alteraciones en su sexualidad, siendo la disfunción eréctil en el varón y la disminución del orgasmo, tanto en hombres como mujeres, las más frecuentes.

Psicoterapia

Hay diferentes tipos de psicoterapias que pueden ser efectivas para tratar la depresión, como la terapia cognitiva conductual o la terapia interpersonal. El profesional de salud mental también podría recomendarte otros tipos de terapia. La psicoterapia te puede ayudar con lo siguiente:

● Adaptarse a una crisis o a otras dificultades actuales.
● Identificar creencias o comportamientos negativos, y reemplazarlos por otros positivos y saludables.
● Explorar tus relaciones y tus experiencias personales, y desarrollar interacciones positivas con los demás.
● Encontrar mejores modos de enfrentar y de resolver problemas.
● Identificar problemas que contribuyen a causar tu depresión y cambiar los comportamientos que la empeoran.
● Recuperar el sentimiento de satisfacción y de control de tu vida, así como aliviar los síntomas de la depresión, como la desesperanza y el enojo.
● Aprender a fijar metas realistas para tu vida.
● Desarrollar la capacidad de tolerar y de aceptar la angustia mediante comportamientos más saludables.

Tratamiento hospitalario y residencial

En algunos casos, la depresión es tan grave que se necesita una estancia hospitalaria. Esto puede ser necesario si no te puedes cuidar solo adecuadamente o si estás en peligro inminente de lastimarte a ti mismo o a alguien más. El tratamiento psiquiátrico en un hospital te puede ayudar a mantenerte tranquilo y seguro hasta que mejore tu estado de ánimo.

Si el tratamiento médico para atacar la depresión produce cambios en la función sexual, en primer lugar, hay que determinar que el medicamento es el causante del problema. En segundo lugar, el terapeuta puede disminuir la dosis de la medicina para lograr el mayor efecto positivo con el menor grado de efecto secundario. En tercer lugar, el médico puede cambiar de medicamento, buscando uno que ofrezca las mismas ventajas con menos efectos secundarios.

Por último, pueden usarse otros medicamentos que puedan resolver algunos aspectos alterados de la función sexual. El sildenafilo (Viagra), por ejemplo, se ha demostrado que puede corregir la disfunción eréctil en el hombre; y en un estudio se comprobó que puede mejorar la función sexual en mujeres que toman antidepresivos. En el caso de los hombres con deficiencia de testosterona, el uso de esa hormona también puede ayudar.