Hypoactive Sexual Desire

Descripción General

El Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH) para hombres y mujeres es: la deficiencia o ausencia, persistente o recurrente, de pensamientos o fantasías eróticas y de deseo para la actividad sexual. También llamado trastorno por ausencia o pérdida del deseo sexual o deseo sexual inhibido. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación de Psiquiatría Americana, que en su quinta edición (DSM-5) establece como criterio de duración la persistencia de los síntomas por al menos seis meses como mínimo.

El trastorno de deseo sexual hipoactivo afecta tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, es más común en mujeres. Según algunos estudios, el 22 % de las mujeres y el 5 % de los hombres experimentan trastorno de deseo sexual hipoactivo de forma continua. La Clínica Mayo señala que hasta el 40 % de las mujeres serán diagnosticadas con trastorno de deseo sexual hipoactivo en algún momento de sus vidas, lo que lo convierte en la disfunción sexual femenina más común.

Si tu falta de interés en el sexo continúa o regresa y causa aflicción personal, puedes tener una afección llamada trastorno de interés sexual/excitación. Tambien puede afectar la sexualidad y la calidad de vida de una persona de diversas maneras:

  • Disminución del interés sexual: La característica principal del DSH es la falta de interés o deseo sexual. Esto puede llevar a una disminución en la frecuencia de las relaciones sexuales y, en algunos casos, a una aversión al sexo.
  • Tensión en las relaciones: La falta de deseo sexual puede causar tensión en las relaciones íntimas, ya que una pareja puede sentirse rechazada o no deseada. Esto puede dar lugar a conflictos y dificultades en la relación.
  • Autoestima y autoimagen: La disminución del deseo sexual puede afectar la autoestima y la autoimagen de una persona, ya que puede sentirse insegura o preocupada por no satisfacer las necesidades sexuales de su pareja.
  • Estrés y ansiedad: La falta de interés sexual puede ser una fuente de estrés y ansiedad para algunas personas, especialmente si se sienten presionadas para tener relaciones sexuales o si se sienten preocupadas por la calidad de su vida sexual.
  • Búsqueda de soluciones: Algunas personas con DSH pueden buscar soluciones como estimulantes sexuales o pornografía para tratar de aumentar su deseo sexual. Sin embargo, estas soluciones a menudo no abordan la causa subyacente del DSH y pueden no ser efectivas a largo plazo.

Mecanismos de Producción

El trastorno del deseo sexual hipoactivo puede estar causado por:

• Ansiedad o depresión
• problemas en la pareja
• Problemas de imagen corporal
• Estrés
• Cansancio
• Abuso sexual o trauma en el pasado
• Niveles bajos de las hormonas sexuales
• Problemas médicos como cáncer, diabetes, problemas de corazón, esclerosis múltiple o problemas de vejiga
• Medicamentos como antidepresivos, medicinas para la presión arterial,
• Quimioterapia y terapia hormonal de feminización
• Menopausia
• Embarazo, parto o lactancia (amamantar) recientes

Diagnóstico

Se manifiesta tanto para hombres como mujeres por ausencia de fantasías sexuales, falta de interés por iniciar la actividad sexual en pareja o de forma individual, y poca receptividad a las insinuaciones de la pareja al encuentro erótico, aunque a veces termine por ceder para no dificultar en exceso la convivencia.

Criterios Diagnósticos del trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón según el DSM-5

Para ser diagnosticado con este trastorno, deben cumplirse los siguientes criterios:
1. Ausencia o reducción significativa del deseo sexual o de pensamientos y fantasías sexuales de manera persistente o recurrente. Esto puede incluir la falta de interés en la actividad sexual, la ausencia de pensamientos eróticos o fantasías, y una baja o nula iniciativa para participar en actividades sexuales.
2. Duración mínima de seis meses: Los síntomas deben haber estado presentes de manera continua o recurrente durante al menos seis meses.
3. Malestar significativo: La falta de deseo sexual debe causar malestar clínico significativo o dificultades en la relación de pareja. No se considera un trastorno si la persona no experimenta malestar o impacto negativo en su vida.
4. Exclusión de otros factores: La disminución del deseo sexual no debe explicarse mejor por:
. Un trastorno mental no sexual (como depresión o ansiedad).
. Efectos de alguna sustancia (como el alcohol, drogas o medicamentos).
. Otra condición médica (como problemas hormonales).
. Factores socioculturales, como normas religiosas o expectativas culturales.

Criterios Diagnósticos del Trastorno de Interés/Excitación Sexual Femenino según el DSM-5
Para diagnosticar el trastorno de interés/excitación sexual femenino, deben cumplirse los siguientes criterios:
1. Reducción o ausencia significativa de interés y/o excitación sexual manifestada por al menos tres de los siguientes síntomas:
. Disminución o ausencia de interés en la actividad sexual.
. Disminución o ausencia de pensamientos o fantasías sexuales.
. Falta de deseo de iniciar la actividad sexual y, generalmente, falta de respuesta al inicio de actividad por parte de la pareja.
. Ausencia o disminución de la excitación o del placer durante la actividad sexual en la mayoría de los encuentros sexuales.
. Reducción o ausencia de interés o de respuesta a estímulos sexuales internos o externos (por ejemplo, imágenes, palabras, o señales eróticas).
. Reducción o ausencia de sensaciones genitales o no genitales durante la actividad sexual en la mayoría de los encuentros sexuales.
2. Duración de al menos seis meses: Los síntomas deben estar presentes de forma continua o recurrente durante al menos seis meses.
3. Malestar clínico significativo: La falta de deseo y excitación sexual debe causar un malestar importante en la persona o afectar sus relaciones interpersonales.
4. Exclusión de otros factores: La disfunción no debe explicarse mejor por:
. Otro trastorno mental.
. Efectos de alguna sustancia (por ejemplo, medicamentos, drogas, o alcohol).
. Otra condición médica o problemas fisiológicos.

Pronostico

De no recibir el tratamiento oportuno, surgen importantes complicaciones a nivel de la pareja. La otra persona se siente herida y rechazada de manera repetida, lo que lleva finalmente a sentimientos de resentimiento y fomenta un distanciamiento emocional final.

Desde el punto de vista sexológico, aparecen varias disfunciones en el funcionamiento sexual por el deseo hipoactivo no tratado, siendo las predominantes la disfunción eréctil y eyaculación retardada en el varón, y la falta de lubricación vaginal y penetración dolorosa en la mujer.

Tratamiento

La mayoría de las mujeres se benefician de un enfoque de tratamiento orientado a las diversas causas detrás de esta afección. Las recomendaciones comprenden educación sexual, terapia y, a veces, medicamentos y terapia hormonal.

Educación y terapia sexual: La terapia suele consistir en información sobre la respuesta sexual y técnicas sexuales. Es probable que el terapeuta o asesor te recomienden material de lectura o ejercicios para hacer en pareja. El asesoramiento psicológico de pareja que aborda temas de relaciones también puede incrementar sentimientos de intimidad y deseo.

Medicamentos: Antidepresivos como la paroxetina (Paxil) y la fluoxetina (Prozac, Sarafem) pueden disminuir el deseo sexual. El cambio al bupropión (Wellbutrin SR, Wellbutrin XL), un tipo diferente de antidepresivo, suele mejorar el deseo sexual y a veces se receta a las mujeres con dificultades para lograr el interés o la excitación sexual.

Junto con el asesoramiento, el médico puede prescribirte un medicamento para aumentar la libido. Las opciones aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para las mujeres premenopáusicas incluyen:
Flibanserin (Addyi), fluconazol (Diflucan).

Bremelanotida (Vyleesi), una inyección que te aplicas tú mismo debajo de la piel en el vientre o el muslo antes de la actividad sexual. Algunas mujeres experimentan náuseas, que son más comunes después de la primera inyección, pero suelen mejorar con la segunda. Otros efectos secundarios incluyen vómitos, rubor, dolor de cabeza y reacción de la piel en el lugar de la inyección.

Terapia hormonal

La sequedad o el encogimiento de la vagina, uno de los signos distintivos del síndrome genitourinario de la menopausia, puede hacer que el sexo sea incómodo y, a su vez, reducir el deseo. Ciertos medicamentos hormonales que tienen como objetivo aliviar los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia podrían ayudar a que el sexo sea más cómodo. Y estar más cómoda durante el sexo puede mejorar tu deseo.

Las posibles terapias hormonales incluyen las siguientes:

Estrógeno. El estrógeno está disponible en muchas formas, como píldoras, parches, atomizadores y geles. En las cremas vaginales y en un supositorio o anillo de liberación lenta hay dosis menores de estrógeno. Pero el estrógeno no mejorará el funcionamiento sexual relacionado con el trastorno del deseo sexual hipoactivo.

Testosterona. La hormona masculina testosterona desempeña un papel importante en la función sexual femenina, aunque la testosterona se presenta en cantidades mucho más bajas en las mujeres. Tomarlo puede causar acné, exceso de vello corporal y cambios en el estado de ánimo o en la personalidad.

Prasterona (Intrarosa). Este óvulo vaginal suministra la hormona dehidroepiandrosterona directamente a la vagina para ayudar a aliviar el dolor durante las relaciones sexuales. Este medicamento se usa todas las noches para aliviar los síntomas de la sequedad vaginal moderada a grave relacionada con el síndrome genitourinario en la menopausia.

Ospemifeno (Osphena). Si se la toma a diario, esta píldora puede ayudar a aliviar los síntomas sexuales dolorosos en mujeres con síndrome genitourinario en la menopausia de moderado a grave. Este medicamento no está aprobado para su uso en mujeres que tuvieron cáncer mamario o que tienen un alto riesgo de presentar cáncer mamario.