La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".
Es muy frecuente encontrar los términos de salud sexual y reproductiva juntos, pero es bueno aclarar que la salud sexual como tal, se enfoca en la salud en el ámbito de las relaciones sexuales y la salud reproductiva se relaciona con el vigor a nivel reproductivo y a la procreación.
Para ser sexualmente saludables es conveniente entender que:
• La sexualidad es una parte natural de la vida y es más que un comportamiento sexual.
• Reconocer y respetar los derechos sexuales que todos compartimos como seres humanos.
• Tener acceso a información sobre salud sexual, la educación y la atención.
• Prevenir los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, y buscar atención y tratamiento cuando sea necesario.
• Ser capaz de experimentar placer sexual, satisfacción e intimidad.
• Tener una comunicación adecuada acerca de la salud sexual con otras personas, incluyendo parejas sexuales y proveedores de la salud.
Es vital tener presente que una buena salud física y mental potencian el desempeño sexual y fue uno de los planteamientos fundamentales del Kamasutra “Lo que es bueno para el cuerpo es bueno para el sexo”.