
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como "un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; la cual no es la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud".
Por su parte, la salud reproductiva es un estado general de bienestar físico, mental y social, y no de la mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos. Implica la libertad de decidir tener o no hijas e hijos, cuándo y con qué frecuencia.
Si bien, la salud sexual y la salud reproductiva se diferencian en algunos aspectos, están íntimamente relacionadas y son parte fundamental para el desarrollo físico y emocional de las personas. Por ejemplo, la prevención y el tratamiento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) es necesario para conservar la fecundidad; al mismo tiempo, el acceso a los anticonceptivos y su utilización pueden afectar el placer y el goce sexual (OMS, 2017).
Para ser sexualmente saludables es conveniente entender que:
• La sexualidad es una parte natural de la vida y es más que un comportamiento sexual.
• Reconocer y respetar los derechos sexuales que todos compartimos como seres humanos.
• Tener acceso a información sobre salud sexual, la educación y la atención.
• Prevenir los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, y buscar atención y tratamiento cuando sea necesario.
• Ser capaz de experimentar placer sexual, satisfacción e intimidad.
• Tener una comunicación adecuada acerca de la salud sexual con otras personas, incluyendo parejas sexuales y proveedores de la salud.
Principales áreas de la salud reproductiva:
- Educación sexual integral: Proporcionar información clara y basada en evidencia sobre sexualidad, anticoncepción, prevención de enfermedades y derechos reproductivos.
- Planificación familiar: Acceso a métodos anticonceptivos seguros, efectivos y asequibles para permitir que las personas decidan el número y el espaciamiento de sus hijos.
- Atención prenatal y postnatal: Garantizar el bienestar de la madre y el bebé durante y después del embarazo.
- Prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS): Incluir pruebas, educación y acceso a tratamientos.
- Enfermedades reproductivas: Diagnóstico y tratamiento de condiciones como la endometriosis, síndrome de ovario poliquístico, infertilidad, cánceres reproductivos, entre otros.
- Salud menstrual: Promoción del acceso a productos menstruales, educación sobre el ciclo menstrual y tratamiento de condiciones relacionadas.
- Derechos reproductivos: Incluyen el acceso al aborto seguro (donde es legal), protección contra la violencia sexual y el respeto a las decisiones reproductivas de cada persona.
Todas las personas tenemos derecho a decidir de forma libre y responsable sobre nuestra sexualidad y sobre nuestra salud sexual y reproductiva, sin coacción, discriminación ni violencia.
